sábado, 21 de abril de 2012

Mirando tu risa, un poco más seria ahora.

Vete pensando que tendrás que fabricar un pozo tan grande como todos nuestros fondos, reservarme solo a mí el derecho de admisión y acostumbrarte a las montañas rusas, que sí, que marean, pero son divertidas. Porque ahora estamos juntos en esto. Ahora la cosa es seria, y hasta un poco más graciosa. Y es que unos días vienes con camisa nueva a sacarme los colores y otros de mis casillas y con el chandal mal puesto. Lo suyo, o lo nuestro mejor dicho, sería perder el pulso cabeza-corazon y perder la noción del tiempo a base de cosquillas. Puede que mi falda le esté sonriéndo al signo de interrogación de tus vaqueros. Lo suyo, o lo nuestro digo yo, sería dejar claro que el amor no se tiene que tratar con delicadeza, ni la piel solo con caricias. Lo suyo, o lo tuyo quería decir, es llegar y hervir este frío de entretiempo mientras te cuento las cosas que me he perdido porque estaba pensando en tu sonrisa.   

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