miércoles, 29 de febrero de 2012

"Vas a acabar conmigo" y encontrar,por fin, las segundas de cada frase. No salía ni un día de mi casa sin pensar que ojalá la vea,ojalá vaya al mismo bar que ella,ojalá vaya borracha,y me diga cosas,durante una semana.
"Eres mi talla única,mi M" y miles de palabras que salen de tu boca sin saber como llegan. A quemarropa.
Ese olor a beso que no se da,ese abrazo suicida,que es mentira,que me lleva a la ruina. Como si el destino estuviese cabreado con nosotros o algo de eso. "Eres una historia que nunca acaba..", un "quédate" en voz baja o un adiós a gritos. Curar el dolor con más dolor,y así hasta quedar anestesiada con eso a lo que nosotros llamamos amor, viviendo rápido, sin pesar, apretando el acelerador casi con tanta fuerza que ya no podremos parar. Y entonces,como siempre,el éxtasis parará. El efecto se pasará. Y todo volverá a enterrarse entre kilómetros de alcohol para que cualquier noche de Febrero decidas prender fuego a las cenizas.

"que sea cierto el jamás.."

martes, 21 de febrero de 2012

todavia somos..

Los mismos escalofríos con el roce, ese que hace el cariño y te aumenta las ganas de beberte de un sorbo. Que ese “me sacas de quicio” del otro día era un “me vuelves loca”, pero eres demasiado simple para entenderlo. Al fin, mensajes subliminales entre tus chorradas y mi risa a eso de las once. Ya no me acordaba de lo bien que encajaban y visto lo visto, tampoco de las resacas que me producías. Se me olvidaban cuando me hablabas de lo guapa que estaba. Sabía que lo poco que nos quedaba era demasiado como para pensar en consecuencias y en puntos débiles. Sabía que no quería perderlo, que ya no hay nada que perder cuando las chispas te queman la piel. Creo que tú también lo sabías, se te veía tan seguro que dabas hasta miedo. Y volvías al ataque, estalla la guerra y a la vez firmamos la paz. Y esa noche, del color de las noches que prometen y de las que suenan repetidas, tu “me encantas” se me tatuó a fuego en el oído. Pero esto da miedo, y hasta hace gracia porque nunca sabes cuando empieza o si ha empezado, ni mucho menos cuando acaba. Si hoy explotamos en fuegos artificiales o echamos bomba de humo. Eso ya, nadie lo sabe. 



I´m wearing my best smile

Y es que había aprendido mucho, más de lo que ella pensaba. A base de excesos, de ostias al correr,  de chicos,personas,vicios que no la convenían. Y fue mucho lo que aprendió. Aprendió a echar de menos. Aprendió lo que es estar triste. Lo que es la ilusión y también, la desilusión. Que una buena guitarra en manos de quien no la sabe tocar, desafina hasta que duelen los oídos. Llorar ya sabía, lo de reír lo dominaba a la perfección, pero aprendió cuándo tocaba cada cosa y que lo primero solo desahoga, no consigue aportarte mucho más. Pronto tuvo algo en lo que creer. Sería mil historias y el verbo en carne viva. Un día escuchó “esto se ha acabado” y pensó que era lo peor que le podía pasar. Lo que no sabía era que la soledad de después era más dura todavía. Aprendió a “mandarlo todo a la mierda”, a “mandarLE a la mierda”. En realidad no sabía nadar, pero aprendió porque no se quería ahogar. Y a escupir, eso le gustó mucho, pero pronto supiste que tragar también era importante: tragar ganas, lágrimas y palabras. Entonces un día empezó a nadar con fuerza, a contracorriente y feliz en cada brazada. Entonces ese día comenzó a quererse a sí misma, a cuidarse y valorarse… y no necesitó nadie que lo hiciera por ella.

Y hoy se ve guapa, con sus medias de rejilla y su jersey amarillo limón, como si las ganas hubieran vuelto a llamar a la puerta y ella la hubiera abierto con la sonrisa puesta. 


miércoles, 15 de febrero de 2012

Keep calm,carry on

Eme se cansó de terminar el límite de veces que se puede escuchar una canción en Spotify, Eme temblaba solo con mirarlo, ya no sabía lo que era, tampoco como llamarlo. Sabía que había demasiadas mentiras aún muy escondidas, con sabor a ascensores prohibidos y a unos labios que no eran los suyos. Eme solo quería que no se le notase que echaba más de menos que de lo que podía soportar, y que sus ganas ganaban a pulso a sus motivos todos los sábados por la noche. Eme se cansó del amor que se iba,del amor que se fue,también se cansó del que llegó,del que estuvo de paso y de ese que todavía no se ha ido. Tiró la toalla y pensó que a veces, dar algo por perdido,era ganar y eso la hizo sonreír, la idea de no tener que perder más,esa idea. Que solo era eso, frío siberiano y acumulación de sensaciones, nuevas escaleras y una luz que brillaba y la hacía cerrar los ojos. Eme vivía de canciones, de libros, de ojos de colores,de café, de miradas que decían mucho mas que mil páginas podrían expresar.

jueves, 2 de febrero de 2012

Ni me mató ni me hizo más fuerte

"Dejar que pase el tiempo,las ganas,y me alegro,y me enfado a la vez"


Y aquí estoy yo. Que ya no sé si fuera o dentro del radar de tu corazón y en el periférico de todo lo que te hace sonreír. Y ahí,en mi sitio,está otra. Más guarra y menos lista. Y sin embargo, te va bien. Y eh, bien de verdad. 
Como si hubieras olvidado todo de un polvazo, te fumaras los más y los menos, y te bebieses de un trago el miedo. Y yo que si te lias te fumo, y que si te rayas, te esnifo. Que no queda nada ya de mis pulmones, si no te puedo respirar.