miércoles, 27 de abril de 2016

eras tú

Y al alba, sonarán mismas rancheras
Copas nuevas, vaso fino,
que me tiene aquí contigo
casi tú te desmelenas.


Cualquiera diría al vernos,
que estábamos destinadas.
No era un palacete en Madrid lo que venía,
eras tú,
complementándome la vida.

Que limpiaste la nevera,
barriste la tristeza,
y te colaste en mi cabeza,
y hasta un poco,
en lo que pienso y nunca digo.

Eras tú,
y yo, con mi cabeza en tu ombligo,
carcajadas de banda sonora,
para nuestros sueños compartidos,
historias inventadas,
      - y saber que fue destino.

Eras tú.
Mejor que los ataques de cosquillas,
o que los bocadillos de Nocilla.
Que te llamo suerte,
mientras que pienso “tonto el que,
no se muera por tenerte”.
Y sonrío. A ti por guapa,

y al mundo por regalarte.
Definitivamente, eras tú.
Lo que me tenía preparado Madrid,
mi estrella del sexto,
la risa capaz, de rescatar el país
y los ojos que saben soñar hasta abiertos.

Que sí, eras tú,
lo que la ciudad tenía para mí.
La chica difícil más fácil de querer,
que cumple ya 20 primaveras,
aún millones
las que nos quedan.

lunes, 18 de abril de 2016

superhermanas

Correr a un aeropuerto,
no elegir destino,
abrazarnos lento,
inventarnos el camino.
Subirnos a hombros de un desconocido,
viajar sin mapa,
hacer mucho ruido,
ponernos guapas.
Adorar nuestra botella de Larios,
nunca olvidar nuestras alas,
cambiarnos el armario.
Darle unas caladas.
Que se nos corra el rímel,
perdernos en festivales,
ser cómplices de un crímen,
cerrar todos los bares.
Cantar juntas bajo la ducha,
dormir bajo las estrellas,
endeudar a nuestra hucha,
dejar siempre huella.

De esto va ser superhermanas,
Siempre, siempre, siempre
Con ganas.

viernes, 18 de marzo de 2016

20.

Llevaba pocos meses,
al final del pasillo
y ya se me contagiaban
sus sonrisas,sus legañas.
sus ojos de curar,
cada madrugada.

Llevaba pocos meses
en mi mundo,
y ya estaba
iluminándolo todo,
mandando un arsenal
contra el otoño.

Llevaba pocos meses,
pintándome las rutinas
sacando las sonrisas
de las fotos.
Bailándole a la tristeza,
atando nuestros trozos.

Que ella es del verbo sonreír,
y se conjuga como quieras,
cuando quieras,
o mejor,
cuando solo te salvan
sus carcajadas.

Y gracias.
Por saltarte mis muros,
romper todas mis carcasas,
tocarme bien adentro
y quedarte,
un trozito de mí, y aquí.

Llevamos ya dos años.
Sí, sólo bastaron dos inviernos,
para hacerte diferente
y tatuarte
I M P R E S C I N D I B L E
en la frente.