viernes, 10 de mayo de 2019

El saludo de los cuerpos conocidos

- Ey, ¿cómo andas?

- Demasiado rápido, para mis costumbres. ¿Y tú?

- Contando los dedos, para no tocarte. No vaya a ser que los labios vayan por delante.

- Te noto diferente, ¿algún kilo de más?

- La culpa, que me pesa. 

- Vaya, lo siento, pensaba que entrenabas.

- Desde que no estás, cada movimiento es un engorro. Tú, en cambio, estás más delgada.

- Para la libertad, que me eleva.
M.

miércoles, 8 de mayo de 2019

A mi yo del futuro

Si un día mientras te desmaquillas te preguntas,
ojos cansados,
quién es la que te mira al otro lado,
cristal empañado,
por qué tiene el gesto cambiado,
o el brillo gastado.

Recuerda que escribí para recordarte
que nunca nunca
abandones la rebelión
de creer en las causas perdidas,
en el amor libre e incondicional,
en el karma,
la magia que une a las personas,
y las mentes huracán.
Joven de pájaros en la cabeza,
cortocircuitos en las mejillas,
libros en la mesilla
y pasitos de libertad. 

Que nunca dejes los vestidos de flores
ni las tizas, ni tus manos manchadas,
ni tu loca curiosidad.
Que ni se te ocurra tirar tus deportivas rotas
que aún querrán contar historias locas
y patearse mil ciudades más.
Que no te fíes de lo que cuenten los periódicos,
pero aún así no dejes de opinar.
Y sigas cantando a pleno pulmón,
 aunque se te de fatal.

Que nadie te cambie,
que solo te crezcan
que te tatúes
que folles y hagas el amor
que falles y llores de frustración.
Porque solo cayendo descubrirás
lo increíble que fue haber saltado.
Que las rimas libres
y el café cargado.
Que tus ojos brillen
y tu pelo enredado.

Que siempre estés buscando esa conexión
 con cada persona, y su mundo interior.
Que te enamores mil veces,
 te pierdas alguna,
 te encuentres mil una
y aunque te cueste vencer
elige siempre quien eres,
lo que quieres,
contra lo que debes y lo que te han hecho creer.