sábado, 28 de abril de 2012

Tus anhelos cada una de mis taras

¿Has jugado alguna vez al "Dí tío"? Bien. Pellizcas el brazo del otro hasta que alguno de los dos grita "¡TÍO!". Obviamente, quien grita antes, pierde. Y tú siempre ganas y sin embargo, no me importa, aun que no sepa quien pellizca más fuerte. Por que será cuestión de defectos o de personalidades que chocan demasiado por la atracción que ejercen. Enfados o rabia. O inmadurez. O tal vez todo a la vez en bocas demasiado pequeñas. Cosas que se sueltan solas por un calentón pasajero. Y al final echar de menos y un vacío en el pecho. Y yo no sé tú, no quiero acostumbrarme a esto. A nuestras rarezas y a matarnos entre las dos muriendo cada una un poco más. Acepto tu cara mala y necesito tu cara buena. Por favor.

Por que soy fuerte hasta que dejo de serlo.








EME, con el alma al borde de la rendición pidiendo un "quiéreme".

No hay comentarios:

Publicar un comentario