martes, 3 de abril de 2012

3ºEPISODE. Cosas que siempre quise contarte

Lo puedes leer en la ridicula carta que te escribi hace dos años, en mis ojos cuando brillan más que la purpurina que tienen encima, o atreverme a decirte esas ocho letras en formato susurro, en formato grito y en formato gemido. Las veces que quieras y te apetezcan, sin perder ni pizca de sentido, por mucho que te diga que no es así. Sé de lo que hablan cuando dicen eso de que sus caderas, maneras y ese remolino que es ella te descoloca en un segundo, que hay personas que te perforan la cubierta externa y tocan fibras sensibles con cuidadito y amor, personas que te calan hondo y te suben alto. Pues solo tú sueltas cursiladas por la boca con tu mano en la goma de mis tanga sin perder ni una pizca de romanticismo.Yo te las escucho con cara de idiota y la cabeza reposada en tu pecho intentandome imaginar qué coño he podido hacer tan jodidamente bien para que el destino me sonría de oreja a oreja. No sé como explicartelo, es esa sensación de que todo mola si estás cerca y tu curiosa habilidad de borrarme las preocupaciones con los dedos a la vez que de movernos me despeinas.




Me vuelves medio fuerte, medio débil, al cincuenta por ciento....
... pero cien por cien feliz. Y sí, juraría que me entiendes.

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