miércoles, 28 de marzo de 2012

Entonces entendió que la vida no le daba la mano. Decidió tatuarse el "carpe diem" en la piel, seguir sin tener un motivo, y eso era lo que mejor hacía. Entonces me sobraban acordes, letras que ya no querían hablarme de tí, ni de tu sonrisa apagada ni de tu forma de hundir planes. Parecía que no había nada ya que me obligase a quedarme, incluso las canciones me pedían a gritos que me marchara, que "no dejo de pensar que aquí no hay sitio para los dos". Demasiado quemados por el roce, volaron las cenizas, los cigarros y hasta el propio fuego se apagó. Descarrilados, aniquilados. No moría de celos ni tú por mí. No recorría las calles buscando encontrarte, no contaba los minutos de mis escaleras a tus escaleras, ni tú lo hacías tampoco. El huracán dio paso a la calma y éste a la tormenta. Al tormento que pasaba cada vez que me subía en los tacones más bonitos del mundo y decidía comerme el mundo sin remordimientos, sin ganas de que te acerques por detrás y me digas que "aún me queda un poco".

2 comentarios:

  1. Buenas, me firmaste hace ya unos días, pero soy super despistada a veces y se me olvida contestar, pero siempre lo hago y.. aquí estoy :)
    Te sigo!

    He adorado extremadamente esta frase:
    "Entonces me sobraban acordes, letras que ya no querían hablarme de tí, ni de tu sonrisa apagada ni de tu forma de hundir planes."

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  2. Muy bueno el blog^^

    http://stayrebel-staytrue.blogspot.com.es/

    Besos:)

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