Tú te quedas en la pequeña ciudad,
y a ella la esperan
páginas en blanco que rellenar,
vistas con sabor a nuevo,
páginas en blanco que rellenar,
vistas con sabor a nuevo,
y una habitación que amueblar...
El cambio que la
asusta
y los kilómetros que pueden descoser
y los kilómetros que pueden descoser
la seguridad de
tenerla cerca
y todo lo que os quedaba por hacer.
y todo lo que os quedaba por hacer.
Llega la
independencia,
la responsabilidad y el miedo,
la responsabilidad y el miedo,
de no saber dónde
encontrar
su hombro de consuelo.
su hombro de consuelo.
Que la autopista Madrid-Toledo,
espera con pena ese septiembre.
espera con pena ese septiembre.
Que sonarán egoístas mis "no te vallas"
pero optimista seguirá la esquina de siempre,
aunque se sienta sola a eso de las nueve.
Porque no queda otra que oír sus novedades
a baja resolución a través de la pantalla del ordenador.
Buscar tiempo en el cajón,
tiempo que solo escapa por los horarios que no coinciden,
tiempo que antes
os sobraba
y ahora solo escapa.
y ahora solo escapa.
Y sin el calor de sus hoyuelos,
parece que el sol brilla un poco menos,
parece que el sol brilla un poco menos,
Porque escribo sobre mejores amigas,
esas que conocen la receta
de volver a coser sus sonrisas,
y dejar intactas sus huellas.
Y es que ella lleva la palabra imprescindible tatuada en la frente,
imprescindibles sus opiniones, sus razones,
imprescindibles sus valores.
Por eso, hablaría más bien de la seguridad
de que las amistades grandes no marchitan...
de amores sinceros y de verdad
que saben hacer malabarismos
sobre el cable del teléfono..
que saben hacer malabarismos
sobre el cable del teléfono..
Y hoy 19 de agosto brindo por nosotras,
que es demasiado bonito lo que tenemos,
para asustarnos por un poco de distancia.
Felices 18,
SIEMPRE a tu lado.
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