o más
bien, nos queremos a cuartos...
porque enteros
nos da miedo.
Y
ponemos excusas,
dejamos
los sentimientos llenos de pelusa
y las
emociones se olvidan en el polvo.
Y
cuando las sábanas
parece que
quieren decirnos algo,
uno de los dos suelta la bomba de humo
y sale
escopetado.
Pensamos en todo eso del asentimentalismo
mientras
corremos en dirección contraria.
Sabemos que si salimos por la puerta de atrás
duele mucho
menos el portazo.
Pero
también está la teoría del descuido,
y todos
esos besos
con los
que no contábamos...
y tu risa,tu barba,tu espalda,
nuestras manos entrelazadas,
y tu voz cuando recién te levantas.
Y en una de estas,
tú podrías convertirte en el descuido de la teoría.
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