domingo, 30 de septiembre de 2012

Me llaman Octubre.

Soy feliz, pero me gusta escribir de cosas que no lo son. Para qué quieres escribir de felicidad, si es más efímera incluso que las palabras. Y ya es decir, palabras, que nunca valieron menos que desde que se pueden teclear. O desde que hacen daño. Sin embargo, me gusta escribir de cosas tristes. De sacar astillas del corazón. Escandar decía que cuando ya no puedes hacerte más daño, buscas a alguien que te lo haga. Y supongo que todos necesitamos un sabor amargo, para que lo dulce sepa más dulce. O eso espero.
Por que si no tanta puñalada no me va a salir rentable. Yo misma ya me valgo con mis palabras.
Qué triste es romper con alguien. Y el invierno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario