Este es un día de los que te hablaría de cómo me olvidé de ti. Sería un día de esos. Uno de esos días en los que te veo por casualidad y me doy cuenta de que las ganas se han esfumado, ni el humo del piti de después nos queda. Y cuando pienso que estoy a años luz de tu club de payasos con complejo de tíos buenos… ZÁS! En toda la boca. Y tu puto encanto, tus putos: “sé que te encanto”, y tu puta sonrisa torcida me saludan un Viernes, así de improvisto. Avisa coño. Y es entonces cuando sueltas una de esas frases tuyas, que cómo no te pegan, te hacen ser aún más encantador. Y es entonces cuando a mí se me revuelven las tripas, pero es un revuelto agradable en verdad. Y todo se lía y se me va de las manos y le doy una y mil vueltas a como contestar tus mensajitos de que me quieres y tal.
Que siempre te he echado de menos,
y ahora ese menos, solo va a Más.
Fdo: desde el calor de JULIO y Agosto, hasta Septiembre, Ocubre… Zás.
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