lunes, 21 de diciembre de 2015

arrítmicos

Si algún día aparecieras, 
en alguna fiesta de Navidad,
la mirarías desde las escaleras
y puede que hasta terminaséis por bailar.
Saldríais a fumar fuera,
tú mirando lo corto que lleva el top,
ella, lo sexy que son tus ojeras.
Y si ella supiera como va eso de ligar,
no te habría hablado antes,
no te habrías hecho el interesante.
Aunque ahora le gustarías la mitad.

Si algún día aparecieras,
Y no te resistieras
Y te atrevieras a preguntar,
por sus historias y sus caderas.
Te costaría más que cediera,
pero conseguirías que quisiera.
Iríais a beber cerveza,
a alguna terraza de Alberto Aguilera.
te dejarías caer por su portal,
intentando que pareciera casualidad,
le sacarías risas y alguna hora en su repisa,
hasta un poco de sinceridad.

Si algún día aparecieras,
intentarías guardar el tipo,
y también parecer listo,
pero acabarías con cara de tonto,
cada vez que ella suspira hondo,
se encoge de hombros,
se queja de lo mal que va todo
y te habla de creer en las causas perdidas,
la cooperación internacional,
sus niños tanzanos o del comité de Sanidad.
La aguantarias cuando no para de hablar de Médicos sin Fronteras,
y de todo lo que le queda por viajar.

Si algún día aparecieras,
sabes que no pegaríais ni con cola,
Tú serías más de hemisferios izquierdos,
de pasar las tardes con un peta y una litrona
Y ella, de estudiar muchas horas,
tan políticamente correcta,
siempre en contra de los extremos,
mientras tú votabas a Podemos.
Pero sabes que no saldría tan mal,
incluso os pondria cachondos eso de no encajar.

 Si algún día aparecieras,
y quisieras saber de ella,
te acabarías por enganchar.
Conseguirías desacostumbrarla,
al frío triste de Madrid en enero.
Conseguirías borrarle los miedos,
y si te esfuerzas, 
hasta arrancarle algún te quiero.
Acabar con su manía de levantar barreras,
o de no pillarse si es primavera

- si algún día aparecieras.




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